
miércoles, 20 de enero de 2010
Las obligaciones me pican, pero el 20 no se queja.

sábado, 9 de enero de 2010
Resfriados, parturientas y colapso mental.
Nunca he sido capaz de abandonar nada pero ahora mismo me declaro insolvente de ideas claras, porque no quiero seguir vomitando palabras cuando sé que por otro lado estoy cociendo algo mejor. Mi ordenador está estropeado, eso tampoco ayuda a levantarme el ánimo, y Carolina me pega patadas en el cerebro como los fetos cuando están en el vientre de la madre. Está deseando salir, salir del todo, pero este no es el momento. Ya es demasiado prematura como para forzarla más, no quiero que se hunda.
Supongo que no es de extrañar que el cacharro se haya estropeado con este tiempo, no hay Dios que le quite tanto virus. Pobre, me estornuda en la cara.
Supongo que no es de extrañar que el cacharro se haya estropeado con este tiempo, no hay Dios que le quite tanto virus. Pobre, me estornuda en la cara.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)