jueves, 5 de noviembre de 2009

Je deviens automne.


"Con frío y el corazón tiritando de rojo que es, me vuelvo otoño.
Soy hoja suicida del yermo paraje. Mis venas no están secas y mis ojos lo dicen, que mi jersey huele a naranja todavía, a calle húmeda, a charco. Vivo incoherente y caótica dentro de un invierno frío sin órganos para mí. La autodestrucción ya ni me asusta, la exigencia desmedida sigue siendo masacre a ojos vivos pero no duele porque ya no me sale sangre si me clavo los cristales rotos en la planta de los pies. Voy descalza, desgasté las suelas de dar tumbos, de pasear por París, de perderme en la Avenida de las Promesas por Cumplir. Tengo sed de tazas humeantes y batallones de abrazos, ejércitos de manos dispuestas a sujetarme si pierdo el equilibrio cuando me mira la luna. Y sobre todo cuando me grito en silencio y desgarro mi garganta con el ácido de mis ideas temerarias."

Hoy me desperté con una Carolina bulléndome dentro y siento que, a ratos, habla por mí.

4 comentarios:

Manuel Anarte dijo...

Me encanta como escribes, el otoño también tiene su magia, perocomo hoy hay veces que no se como interpretarte

Te quiero

Desde huelva(L)

Yo dijo...

me encaaaaanta.

Ángel dijo...

Esa Carolina espero que no te hable en tu cabeza... ;)

Acabo de matar de nuevo mi blog, la constancia no es lo mío. Pero he parido otro, ya ves que soy un cabra loca.

Besos!

ele* dijo...

tengo tantas promesas por cumplir....