miércoles, 20 de enero de 2010

Las obligaciones me pican, pero el 20 no se queja.

Sabes que el tiempo me pesa en las pestañas, que el reloj se me atrasa o adelanta a su antojo y encima todos los charcos que tengo que saltar para encontrar(te) un ratito de soledad de esos necesarios para sacar a flote lo que llevo dentro, vomitarlo pero sin acidez, que fluya. Cada vez tengo menos ratitos, ya casi me conformo con soñar dormida y luego acordarme de algo. Y lo más curioso es que parte de lo que me impide avanzar en ese trecho hasta llegar a ti, obstaculizado por rutina, es además obstaculizado por el trabajo sobre el amor, la inteligencia emocional y la seducción. Puedo dedicártelo si quieres, cuando esté terminado, pero hoy por hoy soy incapaz de gestar a Carolina o de dedicarte algún verso, porque los segundos que pasan entre lapso y lapso de inspiración me desgarran como lobos hambrientos.

2 comentarios:

Manuel Anarte dijo...

Dices que si no te comentan no te motivas XDXD. No digas tonterias, tu y yo sabemos que yo te motivo y que te vuelo loca como tu a mi loco. Sabes que te quiero y que nunca olvido el 20

Te quiero(L)

Desde huelva, provincia de Aroche

Dara dijo...

El tiempo en las pestañas pesa ocho veces más de lo normal pero si parpadeas mucho se desliza hasta la nariz y ahí es como si fuera una mariquita pequeña. No pesa nada.



(un miau
en bici)