martes, 20 de abril de 2010

Coleccionistas de domingos e intercambios de clase.

No existe límite en este ni en ningún otro mundo para nosotros. Los "20" se reproducen con cada mirada de almíbar, con cada impulso de comernos y tu cuello se ha convertido en mi lienzo, donde dibujo sonrisas entre cosquilla y cosquilla.
Nunca antes vi tanta felicidad concentrada en unas pupilas; mi cama huele a tu cuerpo y en cada rincón, una célula tuya. Te tengo grabado entre los pliegues de mi alma, con hilo de plata bordado al ventrículo izquierdo y se me rompen las costuras si, por un casual, dejo de oír los "te amo" que adornan mis orejas. Es entonces cuando pienso que debería cincelarte estos versos en los labios, y borrarlos con saliva y volverlos a escribir, borrarlos y volverlos a escribir, volverlos a escribir...

como si no hubiera mañana.

Porque podría pasarme todas las eternidades que nos quedan exprimiendo mi energía en regalarte las palabras más dulces o inventarmelas incluso, que no habría lenguaje que superase el nuestro propio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito en serio, y que ganas tengo de volver a sentir eso por alguien
un abrazzito!

Manuel Anarte dijo...

Me llevas pidiendo dias que te deje un comentario. Eres una bella pesada. Sabes que soy olvidadizo y que se me van las cosas de la cabeza. Sé que vivo en mi mundo de yupoi y quieres venir a traerme al planeta tierra. Sabes que solo me dejo rescatar por ti. Sabes que te amo. Sabes que esto no es lo que esperabas, pero es lo que dicen mis dedos que leen mi corazon.

Vuelvo a rimar y que en el fondo y no tan en el fondo es gracias a ti. Porque estas aho y yo estoy contigo. Te amo(L)

Desde huelva, provincia de Aroche